28 de enero de 2015

El Barça, a Semifinales

El Barcelona se clasificó para las semifinales de la Copa del Rey después de superar al Atlético (2-3) también en el Calderón, después de un ejercicio que remitió a los partidos que jugaban ambos equipos hace tiempo, con muchos huecos, goles y ocasiones para ambos, con vuelcos en el marcador, un mal árbitro, idas y vueltas, y finalmente un vencedor y un derrotado que terminó desquiciado, con dos expulsados y alguna imagen para el olvido como la de Arda lanzando la bota al linier. Encontraron espacios Messi y Neymar y entre ambos liquidaron al Atlético, que empezó el partido de forma fulgurante con un gol de Fernando Torres a los 40 segundos.
Le preguntaron a Simeone en la rueda de prensa previa al duelo contra el Barcelona lo que tenía que hacer el Atlético para eliminar al cuadro azulgrana y respondió: "Le puedes dar las vueltas que quieras durante la semana, que luego cambia todo. Contra el Madrid a los 50 segundos ganábamos 0-1". Como si el Cholo presintiera que algo parecido iba a suceder ante el Barcelona. Y pasó. Sacó de centro el Barcelona y Mascherano buscó un cambio de sentido. El balón volvió rechazado a la frontal del área, donde el argentino trataba de recuperar el sitio mientras Torres controlaba, hacía un ovillo al 'Jefecito' y la ponía al palo largo de la portería de Ter Stegen, que ni se movió. Un golazo para empezar. Lo hizo todo bien el 'Niño'.
Esta vez, sin embargo, el gol de Torres no tuvo el efecto devastador que tuvo su diana en el Bernabéu. Primero, porque el resultado del primer partido era otro y ese gol no dejaba la eliminatoria liquidada. Segundo, porque aparecieron los tres delanteros del Barcelona, que mostraron lo temibles que son la primera vez que pudieron. Por extraño que parezca, el cuadro de Luis Enrique cazó al Atlético en una contra cuando el Atlético ya había marcado el gol que necesitaba. Messi recibió en la derecha, se libró de Mario Suárez con facilidad y vio el desmarque de Luis Suárez, que dio continuidad a la jugada girándose ante Miranda y poniéndosela a Neymar, que llegaba sin marca y como un tren, por el medio, donde había un agujero en la defensa del Atlético, cosa rara. Juanfran corrió tras el brasileño, pero no pudo alcanzarle. Neymar pisó área y aunque se escoró definió cruzado ante Oblak.
Quedó el partido abierto y muy bonito, copero cien por cien. Con espacios por todos los sitios, algo impensable con el Atlético de Simeone por medio. Atacaba el Atlético con Fernando Torres haciendo daño y con Juanfran desbordando a Jordi Alba. El lateral rojiblanco, a quien Neymar le hace sufrir como pocos extremos lo consiguen, a cambio llegó mucho por la derecha. Así llegó el penalti con el que el Atlético hizo el 2-1. Un penalti que no fue, porque Mascherano cometió la falta con los dos pies fuera del área. Fue el primer error de bulto de Gil Manzano. Luego llegarían otros. Raúl García transformó el penalti y el Calderón volvió a creer.
En el otro lado, el Barcelona disfrutaba de espacios y también llegaba. La situación ideal para Messi, que hizo un partidazo al igual que Neymar. El argentino dio la noche a Siqueira, Mario y el resto de la defensa del Atlético. Fino en el desborde y preciso en el pase, el cuadro de Simeone no pudo detenerle. Jugó de nuevo por la derecha y otra vez supuso un problema para el Atlético desde ahí. El empate, en cualquier caso, llegó a balón parado. Busquets cabeceó un córner y Miranda, por no querer despejar con la izquierda, lo hizo con la derecha y se metió el balón en su portería. El Barcelona había marcado dos goles en el Calderón gracias a un contraataque y a una jugada a balón parado, dos de las suertes que mejor domina el propio Atlético. Ver para creer.
Llegados a ese punto, el Atlético no iba a dejar de creer. Necesitaba dos goles y vista la locura en que se había convertido el partido, no era algo imposible. El partido era de ida y vuelta, y así el Atlético tuvo el 3-2 justo antes de que llegara el 2-3. Griezmann llegó para marcar, pero su derechazo lo cortó Jordi Alba. Lo hizo con la mano. Gil Manzano, que señaló penalti cuando no lo era, no lo hizo cuando sí era. En la contra, el Barça hizo el 2-3, un gol extraordinario por varios motivos. Primero, por el excelente pase de Messi a la espalda de la defensa, segundo porque quien recibió ese pase fue Jordi Alba, el mismo que unos segundos antes había cortado con la mano el disparo de Griezmann. La carrera del lateral de áera a área fue soberbia. El tercer detallazo del gol fue la definición. Neymar, con toda la sangre fría del mundo, regateó con un toque sutil a Oblak y después dejó la pelota en la red.
Entonces llegó el lío. Se montó una pelea justo después de que Gil Manzano señalara el descanso, con los jugadores del Atlético tomándola con Neymar. El jaleo llegó hasta el vestuario, y al campo no regresaron 22 jugadores sino 21. Gabi fue expulsado en el túnel. Entonces sí el Atlético tiró la toalla. Con diez jugadores, hacerle tres goles al Barcelona era demasiado hasta para este Atlético que cree en todo tipo de imposibles. Nada más empezar la segunda parte, llegó el tercer error grave de Gil Manzano. Arda Turan, cabreadísimo, tiró la bota al linier. La feísima acción del turco se saldó solo con una tarjeta amarilla. Tal y como estaba el partido, lo mejor que podía pasarle al Atlético era que terminara el partido, porque la tensión exponía de forma permanente a alguno de sus jugadores a la expulsión.
El segundo acto tuvo poca historia futbolísticamente. El Barcelona dominó a placer, con el Atlético preocupado por que la herida no fuera más profunda, desquiciado por momentos. Tocaba fácil el Barça, llegaba tarde a la presión el Atlético, y así fueron pasando los minutos. Messi e Iniesta tuvieron el 2-4. Mario terminó expulsado y Messi recibiendo una falta tras otra. Sigue el Barça, que ganó su tercer partido del curso al Atlético.



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